Dave McKean (creador de las portadas de la saga SANDMAN así como de los clásicos Arkham Asylum o Cages), los franceses Camille Jourdy («ten todos os elementos para estar en Viñetas: é muller, nova, europea... Ademáis, a súa triloxía de Rosalie Blum sorprendeu a toda Europa», afirma Prado) y Èmile Bravo (un autor discreto que fue creador allá por el 2008 de Diario de un ingenuo, un álbum brillante que narra los inicios de Spirou como aventurero) y los españoles Carlos Pacheco (reconocido dibujante mainstream del cómic superheroico americano que pasó buena parte de estos últimos años colaborando con DC en Superman y actualmente en Marvel), Víctor Rivas y Dani Montero (reciente premio Castelao).
Si esta noticia estuviese en otra web en inglés, francés, alemán o incluso en hebreo, estaría ya en portada. Es una pena, el comic español subiendo enteros y ganando una relevancia entre los paises con más tradición mientras el público español le da la espalda a lo que considera un arte menor y propio de gente rara. En cualquier caso el Salón de Acoruña superando, en mi opinión, felizmente al de Madrid.
Comentarios
Un muy interesante elenco de artistas invitados.
Dave McKean (creador de las portadas de la saga SANDMAN así como de los clásicos Arkham Asylum o Cages), los franceses Camille Jourdy («ten todos os elementos para estar en Viñetas: é muller, nova, europea... Ademáis, a súa triloxía de Rosalie Blum sorprendeu a toda Europa», afirma Prado) y Èmile Bravo (un autor discreto que fue creador allá por el 2008 de Diario de un ingenuo, un álbum brillante que narra los inicios de Spirou como aventurero) y los españoles Carlos Pacheco (reconocido dibujante mainstream del cómic superheroico americano que pasó buena parte de estos últimos años colaborando con DC en Superman y actualmente en Marvel), Víctor Rivas y Dani Montero (reciente premio Castelao).
Si esta noticia estuviese en otra web en inglés, francés, alemán o incluso en hebreo, estaría ya en portada. Es una pena, el comic español subiendo enteros y ganando una relevancia entre los paises con más tradición mientras el público español le da la espalda a lo que considera un arte menor y propio de gente rara. En cualquier caso el Salón de Acoruña superando, en mi opinión, felizmente al de Madrid.