Angela Merkel y Mariano Rajoy son una pareja sadomasoquista en la que ella pone el sado y él el maso. Así que cuando la canciller azota el culo del gallego, nos castiga a todos los españoles por haber sido malos. Lo que al principio parecía un juego inocente, una mera representación de burdel democristiano, ha devenido con el tiempo en porno duro de casa de putas ultraliberal.
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Que nos dejen sus juguetitos, sabremos usarlos...