La Fiscalía Anticorrupción de Barcelona ha denunciado al expresidente de Caixa Catalunya Narcís Serra al exdirector general Adolf Todó y a otros 52 miembros del consejo de administración de Catalunya Caixa en 2010 por "retribuciones e indemnizaciones desproporcionadas y ajenas a su situación real de solvencia".
Lo verdaderamente importante serían las consecuencias penales que se derivasen de la denuncia. En un país donde el poder político forma parte del poder financiero, está presente en los consejos directivos de los oligopolios, controla de una manera descarada las decisiones judiciales e incluso que jueces pueden y cuales no pueden llevar una causa, se pierde la esperanza por mucho que los fiscales vayan haciendo el paripé de vez en cuando con unas cosas sí y otras no, no se sabe muy bien con que criterio.
No es que "apuntase maneras", es que era un visionario. Ya sabía que el estado es para el que lo trinca, tenía buenos padrinos y cómplices y un currículum en el que demostraba que no hay vergüenza que el dinero robado no lave.
Tras los servicios prestados en la cosa de las escuchas del CSID y otros trabajillos, se ganó el retiro eléctrico y doradísimo. Pero no se puede estar quieto, no lo digo por sus irritantes tics, sino por eso de que la cabra tira al monte.
Comentarios
A ver si os enteráis: esta gente se mete en la política por su vocación de servicio al ciudadano.
#2 como Rajoy que se ha puesto a presidente para perder dinero.
#3 ¿Qué entiendes tu por "gente"? Porque yo incluyo a todos. No soy ningún fanático.
Lo verdaderamente importante serían las consecuencias penales que se derivasen de la denuncia. En un país donde el poder político forma parte del poder financiero, está presente en los consejos directivos de los oligopolios, controla de una manera descarada las decisiones judiciales e incluso que jueces pueden y cuales no pueden llevar una causa, se pierde la esperanza por mucho que los fiscales vayan haciendo el paripé de vez en cuando con unas cosas sí y otras no, no se sabe muy bien con que criterio.
Quisiera recordar que Serra y Todó fueron a los que David Fernández llamó por su nombre en sede parlamentaria: ladrones.
Parece ser que la fiscalía tiene la misma opinión.
Parece que fue hace ya mil años cuando le ministraron y el colega se reformó el despacho en maderas nobles, lujo isabelino y añadió un piano a cargo del erario (http://elpais.com/diario/1988/12/01/espana/596934019_850215.html).
No es que "apuntase maneras", es que era un visionario. Ya sabía que el estado es para el que lo trinca, tenía buenos padrinos y cómplices y un currículum en el que demostraba que no hay vergüenza que el dinero robado no lave.
Tras los servicios prestados en la cosa de las escuchas del CSID y otros trabajillos, se ganó el retiro eléctrico y doradísimo. Pero no se puede estar quieto, no lo digo por sus irritantes tics, sino por eso de que la cabra tira al monte.
Espero que todos los exdirigentes de cajas arruinadas que se otorgaron sueldazos pasen por lo mismo.
El lo vale.