Una joven virgen rodeada de un halo de luz solar, en actitud de oración, con la cabeza cubierta de doce estrellas y la luna a sus pies. Se trata de un cuadro único, una rareza, una obra maestra de la etapa sevillana de Diego de Silva y Velázquez que, a partir del próximo jueves, incrementará los fondos de la ambiciosa pinacoteca que la Fundación Focus-Abengoa inauguró hace poco más de un año con la ubicación definitiva en Sevilla –en el marco del Hospital de los Venerables– de la Santa Rufina de Velázquez.
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