Publicado hace 14 años por marginal a lahistoriadeldia.wordpress.com

El fútbol, en esta última etapa que atraviesa, de super-profesionalismo, se ha convertido en una industria sensacional, y al mismo tiempo, en una maquinaria infernal que va subsumiendo todo porque va adquiriendo un status cuasi-religioso. No hay dudas de que la crisis de valores y de creencias genera que el fútbol, a partir de la representatividad que da una camiseta, un club de pertenencia, genera una adhesión muy particular. Los estadios pueden compararse con templos modernos.

Comentarios

andran

Nunca me he gustado el futbol. Y no alcanzo a entender esa fascinación que despierta en la gente.
Me sorprende ver a personas haciendo cola durante horas para ver la copa de Europa, la presentación de Cristiano Ronaldo o pagar 2000 euros por ver una final del Real Madrid con el Barcelona.
Muchos de ellos son los que se quejan luego cuando tienen que hacer cola para formalizar un trámite con la administración, o de lo caros que son los libros de texto de sus hijos.