Publicado hace 12 años por --275463-- a tejiendoelmundo.wordpress.com

En el siglo XIX, los turistas que visitaban los grandes museos de Europa tenían a menudo su propia agenda privada. Lo que de verdad querían ver eran aquellos gabinetes secretos subidos de tono. El primero y más famoso de ellos era el Gabinetto Segreto de Nápoles, donde las escabrosas obras de arte de los romanos de la antigüedad, desenterradas de las ciudades cercanas de Pompeya y Herculano, estaban vedadas al público en general.