Publicado hace 15 años por --87131-- a aldea-irreductible.blogspot.com

Un claro ejemplo de respuesta ingeniosa ocurrió durante una recepción en la Corte versallesca de Luis XIV donde el Sultán de Marruecos había enviado un embajador que resultó ser hombre de refinada galantería. La bella María Ana de Borbón, comentaba con el enviado del Sultán el número de esposas que un hombre podía tener en su tierra, a lo que el embajador contestó: Señora, si tenemos tantas mujeres en nuestro harén es solo con un fin: el de lograr con todas ellas una mujer que posea todas las cualidades que aquí es posible encontrar en una sola

Comentarios

ucedaman

Me voy a imprimir la página, para la juerga del sábado...

D

Atentos a la primera ilustración...