Ni es la época de su migración, ni la Península Ibérica es la ruta de paso del ganso del Nilo. Sin embargo, este ejemplar ha sido avistado por ornitólogos ciudadrealeños durante varias semanas en el embalse de El Vicario, refugio. De hecho, Piñeiro ya avistó otro ganso del Nilo este invierno en una laguna de la localidad ciudadrealeña de Pozuelo de Calatrava. «Personalmente avisté esta primavera en el río Guadiana, cerca del cerro de Alárcos, dos ejemplares y uno más Pozuelo. Deben ser dos ejemplares que se están en los humedales manchegos".
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Sea cual sea lo que haya llevado a este ave al embalse de El Vicario, «el poder ver a esta especie de tierras tan lejanas es siempre muy curioso y digno de destacar».
Estos avistamientos se catalogan como escasos y suelen considerarse como rarezas, ya que suelen pertenecer a movimientos excepcionales de aves, como en este caso, que pudieron llegar desde países europeos como Francia, Gran Bretaña o los Países Bajos, donde mantienen poblaciones asilvestradas.