Cuando estalló la Segunda Guerra Mundial, una depauperada España amiga del III Reich y admiradora del fascismo italiano se convirtió en un nido de espías, especialmente pro alemanes, a los que favoreció escandalosamente el nuevo régimen vencedor del conflicto que acababa de asolar nuestro país. En cambio, los españoles pro aliados tuvieron que esconder sus simpatías y no digamos si encima colaboraron con los enemigos del nazismo. En aquella oscura España, mientras los germanófilos no se enfrentaron a nada, los colaboradores aliadófilos tenían..
Comentarios
Me da que España era tan amiga de Alemania como yo lo soy del banco que me dio el préstamo para comprar la casa.
Con la diferencia de que el director de mi sucursal no es un megalómano sociópata que intenta camelarme para incendiar mi casa y así dar pol saco al vecino de abajo.