Hace 12 años | Por Fotoperfecta a abc.es
Publicado hace 12 años por Fotoperfecta a abc.es

El pasado 20 de octubre, una familia de origen polinesio viajó 200 kilómetros hasta Roosevelt (Utah, Estados Unidos) para ver a un pariente jugar su último partido con el instituto. Su equipo perdió y cerró la temporada sin una sola victoria, por lo que este grupo decidió animar a los jóvenes bailando una haka. Un inocente regalo que acabó en disturbio policial cuando los agentes confundieron el baile con una manifestación. La danza terminó con el gas pimienta y las porras de los agentes.

Comentarios

Yomisma123

Bailecitos a mí... toma porra.