Hace 12 años | Por --80001-- a jotdown.es
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Amanecía en Luxemburgo y Gianni Bugno era un hombre derrotado. Vestido con el maillot arco iris de campeón del mundo, su preparación para ganar el Tour de Francia se había venido abajo en los 65 kilómetros que separaban la salida y la llegada de la primera contrarreloj larga de la edición de 1992. Pocos días antes, su equipo, el Gatorade, reforzado para la ocasión por Laurent Fignon y Peio Ruiz Cabestany, dos excelentes contrarrelojistas, había conseguido aventajar en más de medio minuto al Banesto de Miguel Induráin en la crono por equipos