Desaparece el principal programa estatal para fomentar la creación de patentes científicas y la creación de nuevas empresas biotecnológicas. En 2007 un investigador de la Universidad de Zaragoza consiguió una ayuda del Estado para patentar un invento desarrollado en su laboratorio. El Gobierno le vio futuro y pagó la licencia para explotar comercialmente su adelanto científico. En poco tiempo el proyecto cobró más empaque y el Estado volvió a seleccionarlo entre decenas de propuestas para crear un proyecto empresarial aún mayor...
Comentarios
Un paso más hacia atrás...
O como perder el dinero publico invertido.