Cuando el Juez del 11-M cambió de opinión y aceptó que los forenses turcos compareciesen como testigos del proceso del Yak-42, una salva de aplausos rompió la severidad de la Sala. La escena ha culminado un docudrama que ha pasado de la picaresca más torpe a la congoja más agobiante(...)Desde el primer momento, el gobierno de Aznar quiso echar tierra sobre un asunto que apestaba desde mucho antes de que se estrellase el avión en Trabisonda
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Pero el PP nunca asumirá sus responsabilidades.