En estas últimas jornadas del Real Madrid se han podido ver cosas como la flagrante "cabezadita" del francés Faubert en el banquillo de El Madrigal. En esta situación es normal que el público que acudió ayer a ver el partido ante el Mallorca optase por el humor. Como lo hicieron los propietarios de una de las mejores pancartas que se han visto este año por los estadios españoles. "Gracias por todo Faubert" rezaba el trapito, con un derroche de ironía que define el estado de ánimo de una afición.
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