Publicado hace 12 años por --167763-- a maikelnai.elcomercio.es

La idea es de por sí muy sencilla, pero las dificultades técnicas que suponía cablear las células humanas embriónicas para que se convirtieran en neuronas, e injertarlas en la zona dañada específica de modo que pudieran unirse por sinapsis con las ya existentes, no era fácil en absoluto.