Publicado hace 12 años por --274795-- a blogs.lainformacion.com

Son las cosas que tenía Sudáfrica en el siglo XIX, que ibas dando una vuelta por el campo y te podías encontrar un diamante tirado por el suelo. Y justo ahí es cuando entraban en juego personajes como el que hoy nos ocupa: un astuto granjero que hizo su fortuna recogiendo las gemas que los lugareños le traían.