El disidente cubano Guillermo Fariñas dice que no tiene "odios". Después de una durísima huelga de hambre y sed de 135 días que ha estado a punto de costarle la vida, cree que la decisión del régimen de excarcelar a 52 presos de conciencia es una "victoria de todos y una oportunidad", y pide "ser generosos".
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Pues ten cuidado no te resfríe la corriente