La obsesión por la enseñanza de materias que deberían ubicarse en el ámbito estrictamente personal o familiar de formación, pretiriendo lo que es una obligación del Estado, es algo paradigmático en este Gobierno, más atento a conservar la poca cuota de credibilidad que le queda que a la defensa de los valores constitucionales que han de guiar su acción.
Y este chupatintas qué sabrá del tema. Cuanto más analbetismo más trapisondas puedes hacer y el pueblo ni se entera. Y las has hecho.
Querido Emilio...
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¿Pero le van a dejar algo de futuro?
Y este chupatintas qué sabrá del tema. Cuanto más analbetismo más trapisondas puedes hacer y el pueblo ni se entera. Y las has hecho.
Querido Emilio...