¿Qué esperamos que hagan los ministros, una vez que vuelvan a sus puestos tras las vacaciones? Resolver el desplome financiero, por supuesto. Pero ¿cómo? Nadie se pone de acuerdo, pero se trata de algo peor: ninguna de las estrategias propuestas viene acompañada de una convicción total, ni siquiera de quienes las proponen. Observamos una atronadora ausencia de ideas brillantes, del tipo "mirad, así es como hay que hacerlo". De ahí el silencio aterrador.
Comentarios
Esclarecedor comparar los líderes políticos de este tiempo con los del tiempo de entreguerras que no supieron parar la amenaza fascista, limitándose a alimentar la Bestia poco a poco esperando que así se aplacara su apetito.
La analogía con la situación actual es aterradora.