El suicidio ya es la primera causa de muerte violenta en España. Durante el año 2009 se suicidaron 3.650 españoles. (...) En España, entre el 2008 y el 2010, un total de 353.646 expedientes de ejecuciones hipotecarias. La gente a la calle, la casa a subasta, nadie licita y se la queda el banco. O sea, el banco se queda con la casa y la gente tiene que pagar la hipoteca. En Estados Unidos la hipoteca se alza sobre la casa. Te roban la casa, pero quedas limpio. Aquí te quitan la casa y sigues con la soga al cuello.
Comentarios
Sr. Sardá, voy a ser tan frio como las cifras que usted comenta: estamos en permanente 'estado electoral', usted no es una persona, es un numero en un censo. No hay tiempo para preocuparse de la salud mental de la juventud, no es una prioridad: pronto hay elecciones; tampoco de las ejecuciones de las hipotecas: ellos firmaron un contrato de por vida y la ley les obliga a cumplirlo con todo el peso que eso supone, solucionarlo no es una prioridad: pronto hay elecciones.
No busque justicia, no busque implicación, esfuerzo y/o sacrificio para buscar un futuro mejor. Solo importa el número de votos conseguidos, cualquier táctica es válida. Y si mientras todo ello ocurre hay alguna injusticia: dentro de cuatro años podrá usted votar otra opción.
Y así consecutivamente hasta que muera, sin dientes, sin pelo y sin ilusiones: o sea, igual como nació.
Así es la política en democracia: dejar pasar el tiempo mientras el tiempo pasa. ¿Absurdo? Por supuesto.
Yo es que me disculparán pero, viendo cómo está absolutamente todo, lo que me extraña es que suban las cifras de suicidios y no las de asesinatos... Los de los malnacidos que, de un modo u otro, se aprovechan día a día de la ingnorancia (todos somos ignorantes en una enorme variedad de campos, incluso lo somos en los que cremos conocer), de la necesidad o de la ilusión de las personas para alcanzar sus objetivos. Si van mal dadas, siempre nos quedará la enajenación mental transitoria.
Perdón si hablé con las tripas. Pero es que me llevan pidiendo la palabra mucho tiempo, y a veces tengo que dejarlas expresarse. Si no, los retortijones no me dejan dormir.