Hace 15 años | Por omep a jornada.unam.mx
Publicado hace 15 años por omep a jornada.unam.mx

(c&p) La deflación es una consecuencia inmediata del colapso de la demanda efectiva. Al contrario de lo que sucede cuando hay inflación, en la deflación el valor real del dinero aumenta. Y eso acarrea un problema interesante: cuando la tasa de interés nominal llega a 0 por ciento, el costo de pedir prestado aumenta con la tasa de deflación (porque el pago de la deuda se tiene que realizar con dinero cuyo valor real es superior). Esto hace que los consumidores no acudan a los bancos a pedir prestado y que la demanda efectiva siga deprimida.