La llamada desesperada de auxilio de Amanda Berry, una joven estadounidense que fue secuestrada en 2003 y a la que rescataron este lunes junto a otras dos mujeres y una niña en Cleveland, Estados Unidos, puso fin a una década de preguntas, pero abrió la puerta a otras muchas aún sin responder. Complementaria de Encuentran vivas a tres jóvenes desaparecidas en EE UU hace una década