Nacemos en la Tierra, vivimos aquí, y vemos todo desde ella. Así pues, nuestra visión del Universo es geocéntrica. Mejor diríamos topocéntrica, porque la Tierra es muy grande y nosotros ocupamos un lugar diminuto dentro del planeta. No obstante, dado el enorme (infinito) tamaño del Universo que nos rodea, a efectos prácticos -al realizar cálculos matemáticos- la Tierra puede ser considerada como un objeto puntual, sin dimensiones.