Hace 13 años | Por dandeoz a elpais.com
Publicado hace 13 años por dandeoz a elpais.com

Eran cuatro gatos. Los miraban como a bichos raros. Bajaban a la Puerta del Sol con los labios apretados mientras les llovían insultos. Corrían los años ochenta y Empar Pineda estaba allí. Ahora un millón de personas se junta en la Gran Vía. La fiesta revoluciona Madrid. Y Empar Pineda siempre está allí, y se emociona. Lo siente como un chute de gasolina en vena. Como una aguja entre la...