La esposa de la víctima consiguió identificar al agresor como un compañero de trabajo de éste. Según los testigos, la agresión se produjo al pedir dinero el agresor a la víctima. Ante la negativa, éste golpeó brutalmente a la víctima y le robó la cartera con 700 euros dentro. Se hicieron gestiones para localizar al sospechoso, pero no apareció ni en su lugar de trabajo, ni en su domicilio. Días después de los hechos, se localizó y detuvo al principal sospechoso, que fue puesto a disposición judicial.