Aún nos queda una buena tanda de informaciones sobre el nuevo beato de la Iglesia católica, Juan Pablo II, ejemplo de vida para muchos que afortunadamente murió en su cama rodeado de especialistas y de cuidados en el Vaticano. Situación diametralmente opuesta a la del obispo Juan Gerardi Conedera, que hace trece años, un 26 de abril de 1998, fue asesinado por denunciar las barbaries cometidas en Guatemala durante los 36 años de conflicto armado.
Comentarios
Jose, me alegro que cuentes casos como este, que revelan donde está la Iglesia verdadera. Gracias