Son ya ocho años coincidiendo en Cibeles todos los meses. Ocho de crecimiento exponencial. Ocho años reclamando espacio para las bicis en una ciudad saturada de ruido, humo y vehículos pesados. Ocho años de alegría, entre las piernas. Y lo celebran, como todos los años, vestidos de punta en blanco. De etiqueta, en bicicleta.
Comentarios
Yo voy con la familia a la de León. Todos disfrazados de zombies