Los servicios de Hacienda no han de utilizarse como instrumentos de recaudación para la Iglesia, como ocurre hoy con la casilla del 0,7% del IRPF. Además, debería someterse a revisión la principal fuente de financiación de la Iglesia, que son los cerca de 5.000 millones de euros al año que el Estado le concede por concepto de conciertos educativos, exenciones de impuestos, ayudas a la conservación del patrimonio artístico, pago de profesores de religión y capellanes, etc.
Comentarios
Claro, jodamos nuestra herencia histórica y cultural y dejemos que se degrade. ESo sí. No permitamos que bienes restaurados o mantenidos con fondos públicos cobren por entrar a verlos, como ocurre con algunas iglesias.
Pronto las hordas de turistas que nos visitan para admirarlos (¿Qué sería de Santiago sin el Obradoiro, o de León o Burgos sin sus catedrales...?) se irán a otros países donde se entienda mejor la historia propia.
El problema de todo está en ese renglón del artículo 16 de la Constitución, que es el que ampara a la Iglesia para seguir chupando del bote:
Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones.
Ese el que habría que cambiar.
tocameroque, véte a Santiago un jueves noche, verás que los miles de jóvenes universitarios están que no cagan por ir a besarle el culo al santo