Publicado hace 14 años por dukk a inteligenciaemocionalysocial.com

Imagina un limón, redondo y amarillo; y ahora, tras cortarlo en trozos jugosos, llévate uno a la boca. Cuando practicamos esta sencilla visualización, la boca se llena de saliva. Es una forma sencilla de comprobar el impacto de la mente sobre el cuerpo.