La ingeniería genética dejó de ser ciencia ficción para posicionarse como uno de los debates más vívidos en el ámbito bioético. Los avances de la ciencia tienen ya el potencial de manipular la herencia genética de un embrión, lo cual podría generar, en teoría, seres humanos de mayor fortaleza física, menor susceptibilidad a enfermedades, e incluso mayor inteligencia. Suena bien, incluso alentador, pero en realidad el tema es complejo, existen muchas dudas, preocupaciones y dilemas por resolverse.