La denunciante sospechaba que alguien entraba en su correo electrónico porque entre sus conocidos corrían comentarios de conversaciones privadas que ella tenía por e-mail con su amante. Los resultados de la investigación llevaron a los agentes a determinar que sí se estaba accediendo a este correo, desde el propio ordenador de la denunciante, y comprobaron que la intrusa era su nuera, quien ha sido imputada.
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La guerra entre nueras y suegras es tan vieja como la humanidad misma. Ahora también se aplica guerra tecnológica.