Operaron al menor el 5 de junio de 2008 para quitarle un quiste óseo en el húmero, un intervención "recomendable, pero no necesaria". Durante el curso de la operación se produjo una complicación grave que provocó la falta de oxígeno en el cerebro del menor. El Servicio Madrileño de la Salud reconoce el error.