Hace 12 años | Por --300772-- a politica.elpais.com
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Durante 249 días con sus noches, el empresario Emiliano Revilla vivió en un agujero de cuatro metros cuadrados que recorría una y otra vez con solo dos pasos, hasta hacer más de 2.000 kilómetros, para mantener la entereza y el equilibrio mental. ETA lo mantuvo allí encerrado entre el 24 de febrero y el 30 de octubre de 1988. Lo vigilaban tres hombres y una mujer, los mismos que lo secuestraron en el portal de su casa de la plaza de Cristo Rey (Madrid), a los que no llegó a ver la cara porque iban encapuchados.

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DenisDiderot

“Emiliano Revilla está sorprendentemente bien. No tiene ninguna clase de síndrome de Estocolmo. Más bien habría que decir que son los secuestradores los que habrán contraído el síndrome Revilla”, aseguró el forense del caso.

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