Hace 17 años | Por --9113-- a elpais.com
Publicado hace 17 años por --9113-- a elpais.com

La Iglesia Católica no cambia. Sigue permanentemente intentando influir sobre la vida política española, sin asumir que en un Estado democrático moderno estas interferencias cotidianas en lo político forman parte de las extralimitaciones de su función social. El gran problema de la Iglesia en nuestro país es su forma de entender la democracia.

Comentarios

C

Voy a jugarmela... o no.

Creo que Ateo debería de leer un desternillante libro sobre Dios, escrito poco después de la república española por un conocido literato español (simpatizante de las derechas me temo, pero eso no quita que fuera muy bueno) llamado Enrique Jardiel Poncela llamado "La Tournee de Dios"

En ese libro, Dios anuncia al Papa que visitará la tierra durante unos días (concretamente España) y el libro narra una desternillante historia en la que Dios, es acosado por montones de politicos, curas y otros sinverguenzas que pretenden que solucione sus problemas y les apañe la vida, termina con Dios enviando a hacer gargaras a las derechas, a las izquierdas, a los curas y por supuesto... acaba solo y despreciado por todos lol

Vamos, que en resumen, lo que viene a decirnos es que Dios es una escusa que tenemos muchos para intentar imponer nuestra visión del mundo a los demás

Ah... y entrevistado (por un homosexual declarado ademas) sobre "la forma ideal de gobierno", el responde "Una dictadura absoluta donde un solo hombre sabio proponga una ley inapelable, cuya transgresión lleve a una pena horrible por toda la eternidad".

Como el mismo dice... "es una tontería hacerme a mi esa pregunta" lol

D

jardiel Poncela. ¿Pero hubo alguna vez 11.000 vírgenes?. Un literato de café, solitario y de lectura descojonante. Claro que he leído la Tournee de dios.

Es estupendo. COntigo se lo recomiendo como autor a la concurrencia.

Gracias por recordármelo, Orbatos.

D

#1 Ciertamente tienen dos estilos de vida diferentes, la religión y las gentes.

Claro que cada una de las personas que componen esa totalidad de "las gentes", pues tienen credos diferentes. Y en tal caso, imponer democráticamente, por mayorías, una religión o la moral de tal versión.... Pues que cuadra descuadrao.

De modo que, tras siglos de probar infructuosamente esa perversa convivencia sesgada periódicamente de asaltos al poder, pues que pensamos que mejor va a ser lo que hemos conseguido ya desde aquel aciago e ilusionante día en el que un puñao de franceses tomaron la Bastilla y se dejaron de hostias de reyes y clerecías, de amos de pacotilla, y reinsertaron a la religiosa medieval sociedad en un estado laico y plural.

Y todavía andamos, miratu, intentando con pruebas mostrarle al clero religioso que no, que como dijo su dios: "al César los que es del César", coño.

j

De misma forma que muchas personas se ponen como primer valor sus ideas políticas, otras lo hacen con sus ideas religiosas.

Si Dios es lo primero, lo demás esta por debajo en la escala de valores.
Entonces es normal que una institución religiosa, y no política, no tenga en cuenta lo que para ella es de un valor inferior, a pesar de que esta acción puede estar molestan a personas que tienen a la política como primer valor.

También ocurre lo contrario, cuando la política no tiene en cuenta las creencias religiosas. Buscar un punto medio, en el que ambas instituciones trabajen (juntas o separadas) pero sin ofender ni molestar a nadie es la gran asignatura pendiente de muchas democracias y de las representaciones religiosas.

Ninguna religión se basa en principios democráticos, es imposible de pensar en unas elecciones para ver si los cristianos deben hacer la señal de la Cruz con la derecha o la izquierda, ni unas elecciones de musulmanes para ver en que dirección debe de orar. Por ese motivo las instituciones religiosas no pueden cambiar al gusto del creyente.

Por el contrario un sistema democrático aplica lo que desea la mayoría, sin tener en cuenta valores morales o religiosos.