Eduardo López Granados explica que "tomar cantidades adicionales de vitamina C no ayudará a potenciar más el sistema inmunitario y reducir el riesgo de contagio", destaca López Granados. En una persona sana y con una dieta equilibrada, la vitamina C que se ingiere con frutas y verduras basta para tener una función adecuada de los linfocitos T. Pero si esta misma persona contrae un resfriado o una gripe, la actividad de sus linfocitos T aumentará y requerirá una cantidad algo más alta de vitamina C.
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Pero eso no hace falta que se explique.
Ya se sabe que no hay medicamento que "cure" la gripe. Pero además se debería saber hace mucho. Al fin y al cabo la vitamina C ayuda en la creación del recubrimiento de las células, y, por tanto, en un momento de demanda, se pueden producir más anticuerpos