A partir del componente principal de la piel del tomate, un biopoliéster llamado cutina, un equipo de investigadores andaluces han patentado un nuevo plástico biodegradable y no tóxico que la propia naturaleza emplea como capa protectora de frutos y hojas.
Comentarios
El otro día comí un tomate con sabor a tomate y me sorprendió lo rico que era.
Estaba cantado... si huele a plástico y sabe a plástico...