Imaginaros que trabajáis, por ejemplo, en un almacén que distribuye cualquier tipo de material en un territorio cualquiera. Cobras entre 800 y 900 euros al mes, por 8 horas de trabajo al día, con un contrato de esos tan de moda, un contrato de “hasta fin de obra”. No tienes vacaciones pagadas, porque cuando la empresa no te necesita te despiden y ya te llamaran. Lo que sí tienes son horarios discontinuos, turnos que cambian casi aleatoriamente, y por supuesto, dificultades para dormir o descansar. Tienes entre 25 y 40 años...
Comentarios
Yo he tenido muchos contratos de fin de obra y estaba más contento que nada, por una sencilla razón el caso es tener trabajo, aunque como ya sabemos en este tipo de contrato las vacaciones te las pagan día a día, pero al menos cotizaba que eso es lo más importante y para mi no pasaba nada, y sigo así y tan contento.
#1 "el caso es tener trabajo" has olvidado poner al final la palabra "digno" lo que tira por tierra todo tu comentario.
Por aquí llamamos a esta forma de pensar "moral de esclavo", que no sólo degrada a quien la tiene sino también al resto de la sociedad