En la investigación se ha sometido a los roedores a un entrenamiento específico en las patas delanteras, combinado con una inyección de enzimas en la médula espinal. El resultado ha sido un crecimiento de las fibras nerviosas y la consiguiente mejora de la sensibilidad y movilidad de la zona.
Comentarios
Ojalá, mucha gente espera una solución, con tanta tecnología y avances algo tiene que aparecer.
demasiado tarde para superman