El gobierno iraní ha detenido a ciudadanos con pasaporte británico, relacionándolos con los disturbios producidos tras las elecciones de junio y con supuestas actuaciones de espionaje y de propaganda. Las detenciones se producen en un momento en el que Irán había acusado a Gran Bretaña reiteradamente de haber participado en los disturbios producidos, aunque sin ofrecer prueba alguna. La televisión oficial afirma que ha sido localizado un edificio en Teherán empleado como "cuartel general" para sembrar descontento entre los iraníes.
Comentarios
Buscando chivos expiatorios
Cuando hablamos de acusaciones a esta gente son "supuestos hechos" y cuando hablamos de las elecciones "damos por seguro" que había ganado Musavi