El empecinamiento de Carlos Dívar por mantenerse en al frente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) desde que se destapó el escándalo de sus viajes con fondos públicos a Marbella tenía una explicación política: el Gobierno de Mariano Rajoy maniobró para mantenerle en su cargo incluso después de que se conocieran las supuestas irregularidades en sus gastos de protocolo. La presión del Ejecutivo fue doble y la ejercieron tanto la vicepresidencia del Gobierno como el ministerio de Justicia
Comentarios
Entonces tiene doble mérito que con la presión ciudadana se haya conseguido que dimita Carlos Divar.El hombre que no tenía conciencia..... (de haber hecho nada malo). A pesar de la contrareacción de Alberto Ruiz Gallardón y del Fiscal General,el crítico de cine