Krasny Bor, la batalla más dura de la División Azu En febrero de 1943, unos 5.600 hombres aguantaron la embestida de 44.000 soldados, los tanques y la artillería del Ejército Rojo. Hace setenta años, el 10 de febrero de 1943, unos 5.600 hombres de la División Azul hicieron frente a 44.000 soldados, casi un centenar de tanques e innumerables piezas de artillería del 55 Ejército de la Unión Soviética. Fue la batalla de Krasny Bor, el combate más duro de los españoles en el 'Ostfront'
Comentarios
"Fuimos a luchar contra el comunismo, no contra los rusos", afirma Juan Serrano Mannara
¡Cuanta hipocresia y cuanta desvergüenza!, ... tuve la suerte de conocer a un anciano con muy buena memoria al que un hermano mayor condenado a muerte por el asesino ferrolano le salvó la vida esa porqueria que llamaron "division azul" la pregunta que se le ofreció era Rusia o el cementerio, estaba preso en Valladolid en lo que se llamaban "las cocheras" y me contaba como cada dia su madre peregrinaba muy de mañana para saber si vivia o no.
NUCLEO TERCO-KRASNY BOR
Comienza el infierno donde el sol se quiebra,
los campos de la muerte aguardan en silencio,
la nieve y el cansancio inundan las trincheras,
la artillería traza un cerco de fuego.
Guerreros orgullos del Ejército Rojo,
rompiendo el asedio de Leningrado,
los campamentos arden en la brecha abierta,
Divisionarios muertos y derrotados.
DIVISIÓN AZUL, ¡¡¡JÓDETE!!!
¡¡¡HURRA!!!
Disfruto al contemplar vuestros cuerpos muertos,
mutilados y vencidos, ateridos de frío,
la sangre y la vergüenza diluidas en la nieve,
bastardos asesinos de la División Azul.
Combatientes furiosos inician el asalto,
atruenan las katiushas que incendian el bosque,
las balas trazadoras entran en la carne,
los T-34 trillan las defensas.
Enfermos de miedo, enloquecidos y débiles,
sordos por el fuego de la artillería,
impactos brutales, explosiones de sangre,
la ciega violencia de esta carnicería.
DIVISIÓN AZUL ¡¡¡JÓDETE!!!
¡¡¡HURRA!!!
Querría haber vivido tal matanza gloriosa,
Krasny Bor resuenan ecos de victoria,
bañarme en vuestra sangre y reírme del miedo,
del incierto futuro de los prisioneros.