Seis de la mañana. El silencio es sepulcral en la vieja medina de Chauen. En algunos momentos, interrumpido por el ligero ruido de los carros de basura. Y detrás de ellos, un grupo de mujeres. Por tradición, solo las mujeres recogen los desechos en esta pequeña ciudad de las montañas del Rif, en el norte de Marruecos. "Los hombres sentían vergüenza", explica Alí Raisuni, historiador e investigador del legado andalusí.
Comentarios
Aqui muchos tios magrebies con tal que no se metan con ello sus compatriotas prefieren coger la basura por la noche que barrer las calles por el dia.