“Tiene derecho a guardar silencio. Cualquier cosa que diga puede ser usada en su contra en un tribunal. Tiene derecho a un abogado y a tener un abogado presente durante cualquier interrogatorio. Si no puede pagarlo, el Estado le proporcionará uno gratuitamente". Todos hemos escuchado una frase como esta en cientos de películas estadounidenses. Refleja algo que sucede realmente, pero no siempre fue así. En 1966, un indigente de 23 años, Ernesto Miranda, era detenido por robo a mano armada y violación. Bajo presión policial, acabó confesando...

Comentarios

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Los contratos de trabajo cada vez se parecen más a esto.

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La advertencia Miranda

Hace 16 años | Por --63403-- a malderecho.blogspot.com

Pero aquella ya no enlaza a ningún sitio así que que corran los votos.