Hace 14 años | Por --85940-- a que.es
Publicado hace 14 años por --85940-- a que.es

Las estrechas calles del casco histórico de Toledo se convirtieron en una trampa para un supuesto ladrón de coches que no pudo culminar su acción y se vio obligado a abandonar un auto encajonado en el llamado Callejón del Infierno. La Policía Local avisó al propietario del coche porque estaba mal estacionado. Cuando el dueño del vehículo acudió al lugar, se percató de que el turismo no se encontraba en el lugar en el que lo había dejado.