La fotografía es ciertamente hermosa. Ahora bien, el autor la usa para montarse una cancioncilla sensiblera y torticera, típica de cantautores marxita-sentimentalistas y embaucadores.
Los que reprimen las manifestaciones no son soldados, son policias antidisturbios. Los manifestantes no son el pueblo, son una parte del mismo, y muy amenudo, elementos radicales de la peor ralea.
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La fotografía es ciertamente hermosa. Ahora bien, el autor la usa para montarse una cancioncilla sensiblera y torticera, típica de cantautores marxita-sentimentalistas y embaucadores.
Los que reprimen las manifestaciones no son soldados, son policias antidisturbios. Los manifestantes no son el pueblo, son una parte del mismo, y muy amenudo, elementos radicales de la peor ralea.
En realidad ese soldado lloraba por los gases lacrimógenos que se habían lanzado contra los manifestantes.