Nada cuenta de las muchas lenguas inventadas por Tolkien. Un olvido imperdonable.
Y el balleno de buscando a Nemo ¿qué?, yo me morí de la risa.
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Nada cuenta de las muchas lenguas inventadas por Tolkien. Un olvido imperdonable.
Y el balleno de buscando a Nemo ¿qué?, yo me morí de la risa.