A la mayoría de la gente la levitación magnética le suena a tren de alta velocidad. Es lo que, efectivamente, permite al Shanghai Transrapid deslizarse sin fricción sobre los raíles hasta alcanzar los 430 km/h. Pero la misma tecnología tiene un uso mucho más de andar por casa: comprobar la calidad de la comida y del agua.
Comentarios
Hombre, a mi me suena a magia y herejía.