"La Ley de Ciencia queda como un puñado de buenas intenciones. En realidad, esta ley no fue nunca una maravilla para la Cosce, ya que pensamos que se centraba excesivamente en regulaciones sobre recursos humanos, como los tipos de contratos en el carrera investigadora, equivalencias, etc. Todo esto, además, queda en barbecho por la medida de contratación cero en el sector público. La ley no fija un marco sólido y estable política y financieramente del sistema de I+D+i, ni aborda la financiación y colaboración público-privada."
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""Hay que incorporar los doctores a las empresas"
Sobre el impacto de la reforma laboral en la contratación de investigadores en el sector privado, sostiene que "por sí sola tampoco va a suponer un cambio de tendencia". "La inversión privada en I+D+i ha disminuido en los últimos años y no creo que fuera consecuencia de la anterior regulación laboral. Es necesario poner en marcha programas que incentiven la incorporación de doctores a empresas e incluso la realización de tesis doctorales en ellas, para lo que debe haber una estructura investigadora suficiente en las mismas""
Je... pues suerte en Suiza, EEUU, Holanda o Japón, porque lo que es en Españistán, tanto para la CEOE como para buena parte de la ilustrísima población trabajadora, un doctor es "un vago que estudia hasta los 30 sin hacer nada productivo". Aquí en el oráculo del menéame ya hemos visto iluminados y "trabajadores natos" cacareando estas cosas con total convencimiento y llamando "parásitos" y "gente que vive de sus padres y de la universidad" a personas que en el extranjero son más que respetadas por su esfuerzo personal y por su trabajo.
"Acerca de la marcha de jóvenes titulados al extranjero, asegura que "tiene consecuencias directas de descapitalización del país de las personas mejor preparadas y que son las que necesitamos para tirar con fuerza hacia adelante. Seguramente un porcentaje significativo no volverá, una vez que se instalen fuera, en un mundo cada vez más global"."
Elemental, querido Watson. Yo ya conozco a muchos jóvenes científicos trabajando en centros de investigación y empresas en el extranjero que ni se plantean volver a España. Y es que cuando te sientes valorado, respetado, tienes un trabajo que te permite desarrollarte profesionalmente y además cobras un sueldazo, quién va a querer volver a un país lleno de cretinos hasta la bandera donde te llaman "vago" por ser investigador y donde sólo te espera el paro y las burlas de todo el mundo.