Un jurista de 43 años, antiguo estudiante de la Universidad estadounidense de Harvard, ha sido elegido primer ministro del Gobierno tibetano en el exilio y tendrá a partir de ahora la difícil tarea de imponer su perfil político y negociador para buscar el reconocimiento internacional y la autonomía de Tíbet, en sustitución del Dalay Lama.
Que quieres que te diga, hasta ahora el criterio para ser primer ministro tibetano era ser el líder espiritual. Creo que la decisión del Dalai Lama de apartarse de la política y dejarla en manos de una persona no vinvulada a la tradición religiosa es una decisión valiente que reponde a un principio claro de querer ir con los tiempos: la religión es una cosa y la gestión política es otra.
Comentarios
Ya se parece más a la democracia vaticana.
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Que quieres que te diga, hasta ahora el criterio para ser primer ministro tibetano era ser el líder espiritual. Creo que la decisión del Dalai Lama de apartarse de la política y dejarla en manos de una persona no vinvulada a la tradición religiosa es una decisión valiente que reponde a un principio claro de querer ir con los tiempos: la religión es una cosa y la gestión política es otra.