En cuestión de horas, una carpa metálica de 200 metros cuadrados cubrirá la entrada del Parque García Lorca. Debajo estarán las cuatro fosas que se empezarán a excavar en busca de Joaquín Arcollas, Francisco Galadí, Fermin Roldán y Miguel Cobo, que es a quienes en realidad se va a identificar, aunque la figura del poeta de Fuente Vaqueros lo haya eclipsado todo.
Lorca merece un entierro digno. Él era una persona sensible, respetuosa y rescatadora de las tradiciones de su pueblo. Estoy seguro de que los enterramientos en las cunetas no formaban parte de esas tradiciones que él rescataba del olvido.
#3 El problema es que muchos ateos no creemos que exiata tal cosa como un "entierro digno". Yo no creo en la vida después de la muerte. No creo que haya nada detrás de la vida. Así que creo que al muerto le importa un bledo lo que le pase al polvo de sus huesos. Solo nos importa a los vivos.
#5: El hecho de no creer en Dios o en la vida más allá de la muerte no nos exime de respetar la voluntad de los difuntos. Por eso existen incluso documentos legales que obligan a ello, como los testamentos.
#6 No, nada me exime de respetar la voluntad de los difuntos. Pero al no creer que los difuntos tengan voluntad, no hay nada que pueda cumplir. Si creyese en el alma, coincidiría contigo.
#8 No. Digo que si creyese en el alma, creería que los muertos tienen voluntad. Y que como no creo, no puedo cumplir una voluntad que no existe.
Si no crees en el alma, creerás en otra cosa que confiera a los muertos la capacidad de tener voluntad. Llámalo X, yo en eso no creo, es lo que digo. Creo en la voluntad de los vivos, no en la de los muertos.
PD: Si una persona viva quiere que los restos de Lorca sean transladados, en ese caso puedo respetar su voluntad (si ello no causa ningún problema). Pero no pondré la escusa de la voluntad del muerto.
Comentarios
Si la familia se niega a identificar el cadaver de Lorca deberián cambiar el nombre del parque.
#1 Lo importante no son cuatro huesos que serán mañana ceniza... lo importante es lo que ocurrio y lo que representa
#2 Si lo importate es lo que ocurrio, tendrían que salir a la luz todos los datos posibles, con oscurantismo, no se consigue recuperar la historia.
Lorca merece un entierro digno. Él era una persona sensible, respetuosa y rescatadora de las tradiciones de su pueblo. Estoy seguro de que los enterramientos en las cunetas no formaban parte de esas tradiciones que él rescataba del olvido.
#3 El problema es que muchos ateos no creemos que exiata tal cosa como un "entierro digno". Yo no creo en la vida después de la muerte. No creo que haya nada detrás de la vida. Así que creo que al muerto le importa un bledo lo que le pase al polvo de sus huesos. Solo nos importa a los vivos.
#5: El hecho de no creer en Dios o en la vida más allá de la muerte no nos exime de respetar la voluntad de los difuntos. Por eso existen incluso documentos legales que obligan a ello, como los testamentos.
#6 No, nada me exime de respetar la voluntad de los difuntos. Pero al no creer que los difuntos tengan voluntad, no hay nada que pueda cumplir. Si creyese en el alma, coincidiría contigo.
#7: Das por hecho que yo, por respetar la voluntad de alguien que ya murió, creo en el alma y todo eso, ¿no?
Po fale.
#8 No. Digo que si creyese en el alma, creería que los muertos tienen voluntad. Y que como no creo, no puedo cumplir una voluntad que no existe.
Si no crees en el alma, creerás en otra cosa que confiera a los muertos la capacidad de tener voluntad. Llámalo X, yo en eso no creo, es lo que digo. Creo en la voluntad de los vivos, no en la de los muertos.
PD: Si una persona viva quiere que los restos de Lorca sean transladados, en ese caso puedo respetar su voluntad (si ello no causa ningún problema). Pero no pondré la escusa de la voluntad del muerto.